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La enfermedad periodontal es mucho más común de lo que pensamos y, en muchas ocasiones, avanza sin dar grandes avisos. Para ayudarnos a identificar sus primeras señales, hemos hablado con la Dra. Bárbara Cano, especialista en periodoncia en Almara Dental.
Para empezar, ¿Qué es exactamente la enfermedad periodontal?
La enfermedad periodontal es una afección que afecta las encías y los tejidos que sujetan los dientes. Comienza con una inflamación de las encías (gingivitis) y, si no se trata, puede evolucionar hasta afectar el hueso que sostiene los dientes, causando su pérdida en los casos más graves.
¿Es una enfermedad que duele?
No siempre. Esa es una de sus trampas. En muchas ocasiones, la enfermedad avanza sin causar dolor, lo que hace que pase desapercibida hasta que los daños ya son serios. Por eso, es fundamental conocer las señales tempranas.
Entonces, ¿Cuáles son esas señales silenciosas a las que debemos prestar atención?
Hay varias, pero te destacaría cinco principales:
- Encías que sangran al cepillarte o usar hilo dental.
- Mal aliento persistente, aunque te laves los dientes con frecuencia.
- Encías inflamadas o enrojecidas, que pueden estar sensibles al tacto.
- Retracción de encías, es decir, que los dientes parecen más largos.
- Movilidad dental o sensación de que los dientes se separan.
Si alguien nota alguna de estas señales, ¿Qué debería hacer?
Lo primero es no ignorarlas. Muchas personas piensan que sangrar al cepillarse es «normal», pero no lo es. Lo mejor es acudir al dentista para una revisión y, si es necesario, comenzar un tratamiento cuanto antes.
¿Cómo se trata la enfermedad periodontal?
El tratamiento depende del grado de la enfermedad. En las primeras fases, con una limpieza profesional y una buena higiene oral se puede frenar. En casos más avanzados, puede ser necesario un raspado y alisado radicular para eliminar la infección debajo de las encías. Si la enfermedad ha dañado mucho el hueso, podría ser necesaria cirugía periodontal.
¿Se puede prevenir?
Sí, y esa es la mejor estrategia. Una higiene oral adecuada, con cepillado y uso de hilo dental diario, junto con visitas regulares al dentista, es la clave. Además, evitar el tabaco y llevar una alimentación equilibrada también ayuda a mantener las encías sanas.
Para cerrar, ¿Qué le diría a alguien que esté leyendo esto y tenga dudas sobre su salud gingival?
Que no espere a que haya dolor o problemas graves. Si notas alguno de los signos que hemos mencionado, es mejor revisar y descartar cualquier problema a tiempo. En Almara Dental estamos aquí para ayudarte y cuidar de tu sonrisa.
