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Hipomineralización Incisivo-Molar (HIM)
¿Has notado alguna mancha blanca, amarilla o marrón en los dientes de tu hijo?
No siempre se trata de una caries. En muchos casos puede ser un signo de hipomineralización incisivo-molar (HIM), una alteración del esmalte que cada vez vemos con más frecuencia en las consultas de odontopediatría.
No es algo grave en la mayoría de los casos, pero sí requiere atención temprana y un plan de cuidado constante. En este artículo te contamos qué es, por qué aparece y cómo se puede tratar de forma eficaz.
1. ¿Qué es la hipomineralización incisivo-molar (HIM)?
La hipomineralización es una alteración en la formación del esmalte dental que afecta sobre todo a los primeros molares permanentes y a los incisivos. En lugar de ser duro y brillante, el esmalte se forma más poroso o con menos minerales, lo que lo hace más débil y sensible.
Pueden afectar al niño de diferentes maneras:
- A nivel estético con manchas opacas o de color crema/marrón.
- Sensibilidad al frío, al calor o al cepillado.
- Dientes que se desgastan o fracturan con facilidad.
Aunque no todos los niños con manchas tienen sensibilidad, esos dientes necesitan reforzar su esmalte para prevenir el desgaste y el riesgo de caries.
2. Cada vez más frecuente
La hipomineralización incisivo-molar (HIM) es una alteración del esmalte que cada vez se diagnostica con más frecuencia, tanto por un aumento real como por una mayor concienciación entre los profesionales.
A nivel mundial, un metaanálisis de Zhao et al. (2017), que incluyó 70 estudios, estimó que el 14,2 % de los niños presenta algún grado de HIM. El estudio también indica que la prevalencia es mayor entre los niños de 10 años o menos (15,1 %).
En España, los estudios apuntan a cifras aún más altas en algunos contextos:
- El mismo metaanálisis de Zhao confirma la prevalencia del 21,1 % en niños españoles.
- Un estudio local en la Comunidad de Madrid (Ortega-Luengo et al., 2024, BMC Oral Health) encontró que casi tres de cada diez niños (28,6 %) atendidos en el sistema público presentaban signos de HIM.
- Según Negre-Barber et al. (2018), en un estudio de 414 niños de 8‑9 años, el 24,2 % presentaba HIM, de los cuales el 72 % eran formas leves y el 28 % formas severas.
Estos datos reflejan que la HIM es mucho más común de lo que se pensaba, especialmente en niños menores de 10 años, y que muchos pueden tener manchas, sensibilidad o dificultad para cepillarse sin que los padres lo perciban, ya que a simple vista puede parecer solo una mancha. Por eso es fundamental la detección temprana y un seguimiento continuo con el odontopediatra.
3. ¿Por qué aparece la hipomineralización incisivo-molar (HIM)?
El esmalte de los primeros molares e incisivos empieza a formarse desde el embarazo (alrededor del octavo mes) y continúa durante los dos primeros años de vida del niño. Cualquier alteración en ese periodo puede afectar a su calidad.
Algunos factores que pueden influir:
- Nacimiento prematuro.
- Déficit de calcio o vitamina D.
- Alergias, celiaquía o intolerancias que dificulten la absorción de minerales.
- Infecciones o fiebre alta en los primeros meses de vida.
- Alteraciones intestinales que impidan una buena absorción de nutrientes.
No se trata de un fallo genético, sino de una alteración del desarrollo del esmalte en etapas muy tempranas de la vida.
4. Cómo reconocer la hipomineralización incisivo-molar (HIM)
Estas son algunas señales que pueden alertarte:
- Manchas de color blanco, crema o marrón en los molares o incisivos.
- Dientes que parecen “de tiza” o se rompen fácilmente.
- Dolor o sensibilidad al frío, al calor o al cepillado.
- Dificultad para cepillarse por molestias o rechazo.
Los niños con HIM suelen tener una higiene más difícil y, a veces, evitan masticar por un lado por el dolor o la sensibilidad. Esto puede afectar su masticación, su alimentación e incluso su autoestima si las manchas son visibles.
Si notas alguno de estos signos, conviene hacer una valoración dental cuanto antes. Una detección temprana evita que el esmalte se deteriore más y permite proteger los dientes desde el principio.
5. ¿Qué puede provocar la hipomineralización incisivo-molar (HIM)?
La hipomineralización incisivo-molar (HIM) no es solo una cuestión estética: puede tener consecuencias importantes en la salud dental y la vida diaria de los niños. Entre los efectos más comunes se encuentran:
- Mayor riesgo de caries: La HIM no aumenta el riesgo de caries por sí misma. Sin embargo, cuando el esmalte afectado se fractura —algo frecuente en molares— pueden aparecer pequeñas zonas donde se acumulan restos de comida. Si a esto se suman las molestias que algunos niños sienten al cepillarse esas piezas, es más probable que acaben desarrollando caries.
- Sensibilidad dental: Los dientes afectados pueden ser más sensibles al frío, al calor o incluso al cepillado, lo que puede generar molestias al comer o beber y dificultar la higiene diaria.
- Fracturas o desgaste del esmalte: El esmalte menos mineralizado se rompe o se desgasta más fácilmente, especialmente en los primeros molares permanentes, lo que puede generar dolor o necesidad de tratamientos restauradores más frecuentes.
- Impacto en la autoestima y hábitos: Algunos niños se sienten incomodados por la apariencia de sus dientes, lo que puede afectar su confianza al sonreír o su disposición a comer ciertos alimentos.
- Posibles complicaciones en tratamientos futuros: Los dientes con HIM requieren un cuidado especial durante tratamientos ortodónticos u otras intervenciones dentales, ya que su esmalte más frágil puede dificultar la adhesión de aparatos o resinas.
En resumen: detectar la HIM a tiempo permite tomar medidas preventivas y de cuidado que protejan el esmalte, reduzcan molestias y eviten complicaciones futuras, asegurando que los dientes se mantengan fuertes y funcionales durante toda la infancia.
6. Tratamiento y cuidado de la hipomineralización incisivo-molar (HIM)
El tratamiento no consiste en “tapar la mancha”, sino en fortalecer y reparar el esmalte desde dentro. Es un proceso que requiere constancia, tanto en clínica como en casa.
En la clínica:
- Rehabilitamos el esmalte mediante sesiones de remineralización.
- Controlamos la sensibilidad y hacemos un seguimiento periódico.
- En casos más severos, reconstruimos las zonas dañadas con resinas o coronas protectoras.
En casa:
- Usar pastas de dientes, indicadas por el odontopediatra, con hidroxiapatita, ya que favorecen la remineralización.
- Reducir azúcares y cuidar el pH de la boca.
- Mantener revisiones regulares, especialmente en la etapa de recambio dental.
- Supervisar el cepillado para evitar que el niño deje zonas sin limpiar por sensibilidad.
La clave está en detectar a tiempo y mantener la remineralización hasta que el esmalte recupere su aspecto y resistencia.
7. Un trabajo conjunto entre familia y clínica
La hipomineralización incisivo-molar (HIM) no solo afecta a los dientes, sino también al bienestar del niño: puede generar molestias, rechazo al cepillado o inseguridad por la estética. Por eso, la colaboración entre padres, odontopediatras e incluso ortodoncistas es esencial.
Con un diagnóstico precoz, un plan de remineralización personalizado y seguimiento regular, los dientes pueden mantenerse fuertes y funcionales durante toda la infancia y la adolescencia.
En Almara Dental, acompañamos a las familias en cada paso, explicando de forma sencilla qué ocurre y cómo cuidar esos dientes desde el principio.
